The Disasters of Mysticism es una obra realizada por Matta en 1942 en Nueva York, ciudad en la que residía desde 1939. Allí formó parte del nutrido grupo de artistas que habían huido de la guerra en Europa. Entre todos, se destacaba la presencia de los surrealistas, no solo porque allí estaba la plana mayor del movimiento (André Breton, Max Ernst, Marcel Duchamp, Yves Tanguy, Man Ray, André Masson y otros), sino porque el surrealismo era el movimiento más pujante y dinámico de las vanguardias europeas en el momento de comenzar la guerra.
Matta pinta The Disasters of Mysticism en un año par- ticularmente importante para los surrealistas. En marzo de 1942, en la Pierre Matisse Gallery, se realiza la exposición Artists in Exile.1 En octubre se inaugura la exhibición que haría conocer el surrealismo en Nueva York, First Papers of Surrealism,2 en la Whitelaw Reid Mansion. En ambas está presente Matta. Además, también en marzo de ese año, el artista lleva a cabo una muestra individual, Matta: Paintings and Oil Pencils, en la Pierre Matisse Gallery. The Disasters of Mysticism, además, se ubica en un momento especialmente significativo tanto en la obra pictórica como en los desarrollos intelectuales de Matta. Como pintura, forma parte de un grupo de obras, que pueden situarse entre 1942 y 1944, en las que el espacio se presenta con fondos oscuros y formas luminosas, como fosforescentes.3 Seguimos en el mundo de los paisajes surrealistas inaugurado con las morphologies psychologiques y los inscapes, pero ahora, con esta particularidad cromática, este espacio parece sumergirnos en la inmensidad del espacio cósmico o en las penumbras de los fondos marinos.
The Disasters of Mysticism muestra una composición dividida en dos sectores bien diferenciados. A la derecha, se sugiere la profundidad con líneas de fuga esgrafiadas sobre el fondo oscuro. Dos formas parecen concentrar y expandir las fuerzas de esas líneas. A la izquierda, en cambio, predomina el caótico dinamismo de formas que, con fuerte gestualidad, semejan llamas. Antes que proyectarse en lo profundo, estas formas se ubican en un destacado primer plano. Seguramente, este dramático contraste es el que le hizo ver a William Rubin el “terror inquietante” que trasmite esta, “la más expresionista de las primeras obras de Matta”.4 Rubin agrega que “en aquellos momentos, Matta se hallaba profundamente implicado en especulaciones místicas derivadas de su interés por la magia, la cábala y el tarot”. Este interés, que recorre buena parte de la obra del artista, ya había comenzado en sus años parisinos con la lectura de las reflexiones del teósofo ruso P.D. Ouspenski acerca de la cuarta dimensión. Sin duda ellas fueron un punto de partida central para los “paisajes” de Matta. Ouspenski sostiene que
...la idea de la cuarta dimensión surgió del supuesto de que, además de las tres dimensiones conocidas por nuestra geometría, existe una cuarta. Inaccesible y desconocida para nosotros por alguna razón, o sea, que además de las tres perpendiculares que conocemos, es posible una cuarta perpendicular misteriosa.5
Por su parte, en un texto escrito en 1944, André Breton relaciona la obra de Matta con la del ocultista francés Éliphas Lévi y su libro Historia de la magia.6 Y, efectivamente, entonces Matta estudiaba ávidamente a este autor, por lo que varios aspectos de su libro parecen apropiados para una aproximación a The Disasters of Mysticism. En primer lugar, su concepto de “luz astral”. Lévi afirma:
Hay un medio compuesto, un medio natural y divino, a un tiempo corpóreo y espiritual […] que, en un sentido al menos, puede llamarse imaginación de la Naturaleza. […] Este medio universal de las obras de la Naturaleza es […] la Luz Astral […]. La Luz Astral calienta, ilumina, magnetiza, atrae, rechaza, vivifica, destruye, coagula, separa, interrumpe y une todo, bajo el ímpetu de voluntades poderosas. Dios la creó el primer día cuando dijo: “Hágase la luz”.7
Podemos pensar que las formas luminosas y fosforescentes de esta obra aluden a esa “luz astral” que constituye la “imaginación de la Naturaleza”. Pero, además, este texto nos da pistas para explicar el sugestivo título de la pintura de Matta. En él, Lévi se ocupa del misticismo, pero para atacarlo duramente, para acusarlo de fanatismo y responsabilizarlo de las grandes catástrofes de la humanidad.
No hay nada más peligroso que el misticismo, pues la manía que engendra desconcierta todas las combinaciones de la sabiduría humana. Los locos siempre trastornan al mundo y los grandes estadistas jamás prevén la obra desesperada de un maníaco.8
Matta pinta The Disasters of Mysticism en 1942, cuando los Estados Unidos acaban de ingresar a la guerra. El horror europeo se traslada a América. Y esta obra –que provocó ese “terror inquietante” en William Rubin– tal vez pueda leerse como una interpretación, en clave ocultista, de la locura provocada por los desastres del misticismo del siglo XX.
Texto de Miguel Ángel Muñoz
Notas
1. En esta histórica exposición intervienen Roberto Matta, André Breton, Max Ernst, André Masson, Yves Tanguy, Eugène Berman, Marc Chagall, Fernand Léger, Jacques Lipchitz, Piet Mondrian, Amédée Ozenfant, Kurt Seligmann, Pavel Tchelitchew y Ossip Zadkine.
2. Participan, entre otros, Matta, Masson, Delvaux, Chagall, Tanguy, Magritte, Hirshfield, Picasso, De Chirico, Max Ernst, Arp, Miró, Dalí, Kay Sage, Kurt Seligmann, Leonora Carrington, Esteban Frances, Lam, Joseph Cornell, David Hare, Robert Motherwell, Barbara Reis, Lawrence Vail, William Baziotes y Hedda Stern.
3. Cabe mencionar que, contemporáneamente, Matta realiza varias pinturas de temática volcánica vinculadas a las experiencias vividas en su viaje a México en 1941. El ejemplo paradigmático de estas obras es The Earth Is a Man (1942, The Art Institute of Chicago). Aunque The Disasters of Mysticism tiene algunos rasgos comunes con esas piezas (como la violenta pincelada o la impresión caótica de la composición), difiere de ellas en la paleta empleada y en la disposición espacial. En las pinturas “volcánicas”, los colores cálidos (rojos, amarillos) configuran un “paisaje” cercano a los primeros inscapes. En cambio, las formas luminosas sobre un fondo oscuro de The Disasters… remiten a un indefinido espacio cósmico como el que aparecerá en 1944 en Le Vertige d’Éros (1944, The Museum of Modern Art, Nueva York).
4. Rubin, William, “Matta, pintor visionario”, catálogo de la exposición Matta en el MoMA de Nueva York, en 1957. Traducción del inglés por M.B. Reproducido en Matta, Madrid, Ministerio de Cultura, 1983.
5. Ouspensky, P.D., Tertium organum: el tercer canon del pensamiento: una clave para los enigmas del mundo, Buenos Aires, Editorial Kier, 2004, pp. 28-29.
6. Breton, André, “Matta”, en Antología (1913-1966), México, Siglo XXI editores, 2004, p. 268.
7. Lévi, Éliphas, Historia de la magia, Buenos Aires, Editorial Kier, 2006, p. 15.
8. Ibid., p. 273.
Título: The Disasters of Mysticism
Año: 1942
Técnica: Óleo sobre tela
97.5 × 130,5 cm
Nro. de inventario: 2003.37
Donación: Eduardo F. Costantini
En exposición