La obra de Guillermo Kuitca ha sido permeable a muchas disciplinas estéticas. Desde los comienzos de su producción, los asuntos de su pintura se vieron interceptados por el cine, la literatura, la arquitectura, la danza y la música, provocando constantes trasposiciones de lenguajes artísticos. De todos ellos, el imaginario teatral ha sido el más persistente, y las artes escénicas, la dimensión donde el pintor ha desplegado su práctica artística por fuera de los límites de la pintura, o en su expansión. Nadie olvida nada y El mar dulce han sido tanto series pictóricas como obras dramáticas que el artista elaboró junto a Carlos Ianni y fueron estrenadas en el Teatro Planeta en la primera mitad de la década del 80. Asimismo, cabe recordar la performance Besos brujos, dirigida por Kuitca en ocasión de la inauguración de la exposición Ex-presiones 83 en el Museo de Arte Moderno, en su sede del Centro Cultural de la Ciudad (actual Recoleta) en 1983. Su manejo de las puestas en escena y la influencia de la obra de la coreógrafa alemana Pina Bausch subyacen en el tratamiento de las figuras en el espacio pictórico de sus cuadros de la década. En sus pinturas de la época fue recurrente la figuración de telones que velaban o develaban personajes u otros espacios dentro de los escenarios desplegados en los cuadros. El telón se convirtió en uno de los motivos repetidos en muy diversas series a lo largo de su carrera. Desde aquellos cortinados hasta los telones que cubren las entradas y salidas de algunas de las cintas transportadoras de equipaje de su serie Terminal, de 2001, donde su presencia da lugar a que la cinta se convierta en otro escenario vacío. Más tarde, en la corporización de ese motivo en mantos tridimensionales: de la representación austera a la decoración monumental.
La obra de Malba es precisamente el proyecto de un telón, presentado en 2009 al concurso público de ideas para realizar un nuevo cortinado para el Teatro Colón. Kuitca, junto con la escenógrafa y vestuarista Julieta Ascar, elaboraron dos proyectos, uno de los cuales –el Dionisíaco, referido en la pieza del museo– fue el elegido para su ejecución entre cerca de cuarenta propuestas. El jurado estuvo compuesto por el entonces director del teatro, Pedro Pablo García Caffi; el director del Museo de Arte Decorativo, Alberto Bellucci; los ministros de Cultura y de Desarrollo Urbano porteños Hernán Lombardi y Daniel Chaín; Ruth Corcuera, Teresa Anchorena, Julio Galván, Matteo Goretti, Roberto Oswald, Alejandro Puente, Sergio Renán e Inés Urdapilleta, entre otros.
Para el diseño, Kuitca retomó la figura de la lira, instrumento musical presente en el manto a remplazar, y sobre la forma simplificada de herradura reprodujo la planta de la sala del Teatro Colón. En la obra de Malba se ven dos de estas formas, una hacia arriba y otra hacia abajo, que se replicarían con hilos a lo largo de un friso en la parte inferior del telón. Las geometrías cóncava y convexa se funden en la sinuosidad del desborde de las tintas por fuera del cauce de las líneas. El artista reunió así uno de los asuntos típicos de su iconografía, las plantas de teatros y opera houses con un motivo presente en la historia del Teatro. Para su realización se propuso también un trabajo que combinó los métodos artesanales tradicionales con nuevas tecnologías de la industria textil.
Tras haber desarrollado su serie Puro teatro a mediados de los años 90, en la que produjo un giro respecto del punto de vista de sus primigenias cajas escénicas, es decir, de la mirada del espectador a la del actor, del escenario hacia la ubicación del público, a fines de la década y comienzos de los 2000 trabajó intensamente sobre los planos de arquitecturas teatrales. Ubicado en el cenit, compone y descompone las plantas de las salas del universo de la música culta. Teatros como máquinas de producción estética y social. Ya en 1999 encontramos pinturas del plano del Teatro Colón similares al proyecto en cuestión. En 2002 Kuitca se concentró en reproducir los diagramas en sensual disolución de los más importantes teatros del mundo, obras maestras de la arquitectura: La Scala, Bayreuth Festspielhaus, Metropolitan Opera House, Carnegie Hall, Comédie Française, Wiener Staatsoper, The Old Vic, entre otros.
En las piezas teatrales que Kuitca produjo en los años 80 de alguna manera operaba una negación de las escenografías, el artista no se identificaba con ese lugar clásico de intersección de las artes plásticas con el teatro. No obstante, Kuitca realizó proyectos escenográficos despojados en ocasiones puntuales, como para la obra La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, para el Teatro San Martín, en 2002, y, al año siguiente, El holandés errante, de Richard Wagner, para el escenario del Teatro Colón. Otro antecedente del proyecto aquí tratado fue el telón para el Margot and Bill Winspear Opera House que el Dallas Center for Performing Arts le comisionó en 2009, meses antes del concurso en Buenos Aires. El nuevo manto fue ejecutado en colaboración con el estudio Foster and Partners.
Sobre el proyecto porteño, el artista ha señalado: “Para elaborar el diseño me remití a ese sonido previo a una función, que son los instrumentos afinando. Si bien los escuchamos, no estamos en alerta a ellos. Creo que el telón forma parte de la misma historia. Me interesaba darle cierta imagen de sonido fugaz y transitorio”.1 Las experiencias sinestésicas son convocadas con frecuencia por sus obras; las referencias sonoras en lo visual están presentes también en Sin título (Acoustic Mass), de la Colección Malba. Música y pintura sobre tela, su más grande lienzo acústico cuelga en la actualidad en la excepcional sala del Teatro Colón.
Kuitca realizó la donación del proyecto a Malba para la celebración del décimo aniversario de este último, como “un modo de unir dos instituciones sin las que Buenos Aires no sería lo que es”, escribió en una suerte de dedicatoria en la carta de ofrecimiento.2 La incorporación de la pieza al reservorio es una suerte de corolario que subraya y completa una de las líneas de investigación centrales en la producción de este consagrado artista, presente en su corpus de obras del museo: las poéticas de lo teatral más allá de la representación.
Texto de Viviana Usubiaga
Notas
1. Kuitca, Guillermo, en Gómez, Silvia, “Tras 80 años cuelgan hoy el nuevo telón del Teatro Colón”, Clarín, Buenos Aires, 23 de junio de 2011 (http://www.clarin.com/ciudades/cuelgan-nuevo-telon-Teatro-Colon_0_504549665.html).
2. Kuitca, Guillermo, manuscrito, Buenos Aires, septiembre de 2011. Legajo de ingreso de obra, MALBA, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires - Fundación Costantini.
Título: Teatro Colón, proyecto para el nuevo telón
Año: 2009
Técnica: Tinta sobre papel
Sin Marco: 29 × 42 cm
Nro. de inventario: 2011.11
Donación: Guillermo Kuitca en ocasión del 10º aniversario de Malba, Buenos Aires, 2011
Fuera de exposición