Manuel Rendón Seminario fue el hijo del médico, escritor y diplomático ecuatoriano Víctor Manuel Rendón (1859-1940), residente en París y acreditado como encargado de negocios en Francia y España. Desde su juventud Manuel Rendón vivió en constante tirantez con su padre, debido a sus amistades con artistas e intelectuales de izquierda. Es probable que en aquellos años de entreguerras tuviera experiencias alucinatorias, que se reflejan a través de su pintura a lo largo de su vida.
El RUX 32, realizado en París cuando el pintor ya formaba parte de la Galerie de l’Effort Moderne, dirigida por Léonce Rosenberg, está inserto dentro del movimiento surrealista. Seminario sería el primer pintor latinoamericano dentro del surrealismo, término acuñado por Guillaume Apollinaire (1880-1918) en 1917. Aunque estuvo relacionado con varios de los preconizadores del movimiento, no firmó el Primer manifiesto surrealista (1924) por encontrarse entonces en Ecuador.
Manuel Rendón Seminario generalmente no fechaba sus obras. Esto ha motivado que el año de ejecución de la gran mayoría de su producción haya tenido que hacerse sobre la base de los datos, no siempre correctos, de la obra Manuel Rendón, de Miguel A. de Ycaza, que fue editada en vida y con la asesoría del propio artista y de su esposa, Paulette Everard. Algunas piezas, especialmente aquellas que pertenecieron a Léonce Rosenberg o que habían sido ingresadas a la Galerie de l’Effort Moderne, llevan etiquetas con el título y/o la fecha.
Su obra oscila en muchos casos entre la abstracción y la figuración. En este óleo en particular, es posible, por ejemplo, distinguir letras y cifras.
El título del cuadro se remite a la inscripción ubicada en el ángulo superior derecho, escrita en rojo, “RUX 32”. Consonantemente, puede verse en la parte inferior izquierda, también en escrito en rojo: “RiTex”. No hay significado discernible de estas inscripciones, posiblemente se trata de artificios surrealistas.
En la parte central, abajo, una figura humana, blanca, muy esquemática, se desliza de forma ligeramente ascendente. Esta figura tiene posible relación con otras siluetas humanas blancas atravesadas en la composición, y de las que hay ejemplos desde 1924, como Mujer blanca desnuda cargada por un montubio y un negro, pintada posiblemente en Ecuador, y Mujer asesinada, realizada presumiblemente en París en 1925, que tiene la misma proveniencia que RUX 32. Otro ejemplo es el óleo El poeta, pintado en París en 1927 y que tiene una etiqueta en el reverso de la Galerie de l’Effort Moderne.
Seguirán otras piezas en que aparece la figura blanca diagonal, como Dos personajes con una estatua al fondo (París, 1927), procedente de la misma galería, en la que constan en una etiqueta el inventario 8821 y la fecha 1927, y publicada en el Bulletin l’Effort Moderne, enero de 1927, reprod. nº 31. Asimismo, podemos relacionarla con los dos personajes que parecen nadar en Amor y vida (París, 1927).
Otras obras posteriores con el personaje blanco oblicuo son Renunciación (París, 1950) y el óleo Seis personajes con figura oblicua blanca (San Pablo, 1969), y cuadros abstractos como Composición # 17 de volutas (San Pablo, 1975).
La complejidad de RUX 32 resulta evidente al apreciar esta especie de paisaje surrealista abstracto y la ominosa figura que parece materializarse y que, singularmente, nos remite a Fantômas, el famoso villano de novelas policíacas francesas, creado en 1911 por Marcel Allain (1885-1970) y Pierre Souvestre (1874-1914). Varias de las obras de Rendón de 1917 muestran situaciones macabras: cabezas cortadas, cuerpos inertes.
Así, vemos que este personaje, de sexo indefinido, tiene la cara cubierta, pero se aprecian dos agujeros o lunas de lentes vacíos y blancos que parecen estar atados hacia atrás. En los brazos, muy difuminados, la figura tiene una niña, que aparece horizontalmente, con la cabeza en el extremo derecho. Es singular cómo los dedos del personaje son exageradamente largos y componen, asimismo, las piernas del niño. En lo que podría decirse es un bonete o cofia del personaje, arrancan cuatro cordones entorchados que se unen arriba, como en una película de horror del cine silente. Estos cordones aparecen en Amor y vida (1927), donde se ven también inscripciones y cifras y otros personajes esquemáticos.
El fondo y gran parte del entorno están compuestos con variadas formas indefinibles que se muestran como un gran paisaje surreal.
Texto de Juan Castro y Velázquez
Título: RUX 32
Año: 1927
Técnica: Óleo sobre tela
65 x 50 cm
Nro. de inventario: 2001.140
Donación: Eduardo F. Costantini, Buenos Aires
En exposición