La obra Jungle Scene (c. 1935) es un ejemplo destacado del trabajo que hizo el artista mexicano Miguel Covarrubias (1904-1957) para libros y revistas. Sus características son similares a las de la imagen que el artista pintó para la portada del libro Green Mansions, de William Hudson (1936). Aunque Covarrubias se hizo famoso por sus trabajos en revistas como Vanity Fair y Vogue, también realizó muchas ilustraciones para libros. En la década de los 20 se destacan Blues, an Anthology, de W.C. Handy (1926), y The Weary Blues, por Langston Hughes (1926). En los años siguientes, Covarrubias empezó a trabajar con Limited Editions Club y Heritage Press, ambas imprentas fundadas en 1929 por George Macy con la idea de editar versiones ilustradas de libros clásicos. Hizo ilustraciones para libros como Batouala, de René Maran (1932); Typee, de Herman Melville (1935); Green Mansions, de William Hudson (1936); Uncle Tom’s Cabin, de Harriet Beecher Stowe (1938); The Discovery and Conquest of Mexico, de Bernal Díaz del Castillo (1942), y All Men Are Brothers, de Shuihu Chan, traducción de Pearl S. Buck (1948). 

El dibujo en gouache y acuarela Jungle Scene es una imagen de la selva, con grandes árboles, hierbas y flores. Probablemente se trató de un bosquejo para la novela Green Mansions, la historia de un joven en las selvas de Guyana, en Sudamérica. La imagen de la portada del libro es semejante a otro ejemplar existente en la colección del Malba (Paisaje Exhuberante o Jungle, ca. 1935). Es probable que el contexto de la obra Jungle Scene también tenga que ver con las investigaciones que Covarrubias llevó a cabo durante la década de los 30 sobre la isla de Bali. En 1930, se casó con la bailarina Rosa Rolanda en Nueva York e hicieron su viaje de boda a Bali, donde permanecieron nueve meses. Cuatro años después, Covarrubias obtuvo una beca Guggenheim para efectuar más investigaciones en ese lugar, las cuales reflejó en el libro Isla de Bali (1937). Se supone que imágenes como Jungle Scene fueron resultado de los viajes que hizo durante aquellos años tanto a Bali, Java y otros lugares tropicales y selváticos del Pacífico como al istmo de Tehuantepec, en México. Específicamente, es posible sostener que lo inspiraron los viajes a través de las selvas de México y Sudamérica ya que en la imagen vemos un árbol del género Cecropia y flores del tipo Heliconia, ambos nativos de la región tropical del Nuevo Mundo.

En general, se puede decir que el tema de la selva aparece con frecuencia en la obra de Covarrubias, así como en la de otros artistas latinoamericanos de la época, como un significante o un símbolo de lo americano. En la historia del arte latinoamericano, el paisaje se vincula muchas veces al problema del nacionalismo. En el caso de México, después de la independencia de la nación de  España, en 1821, muchos artistas y escritores se enfocaron en el paisaje del Valle de México, especialmente los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. En la segunda mitad del siglo XIX, el artista que más usó el paisaje mexicano fue José María Velasco (1840-1912). En varios cuadros, Velasco pintó vistas del Valle de México, con los volcanes al fondo, y a veces con símbolos de la Nación Mexicana, como el águila y el cactus nopal. Hay que recordar también que, contemporáneos a Velasco, muchos fotógrafos también emplearon los volcanes como tema en sus imágenes. Después de la Revolución Mexicana (1910-1920), tanto artistas como escritores empezaron de nuevo a imaginar cuál podría ser el modo de representar a México como un país moderno. En muchos proyectos artísticos de las décadas posrevolucionarias vemos el paisaje como símbolo de la nación. Por ejemplo, se puede citar la obra del pintor Dr. Atl (Gerardo Murillo, 1875-1964), quien realizó muchos estudios y cuadros sobre los volcanes del Valle de México. En Jungle Scene vemos la selva, impenetrable y romántica, pero faltan los símbolos del nacionalismo mexicano; en ese sentido, se asemeja a imágenes de junglas de la historia del arte europeo, como las del pintor francés Henri Rousseau (1844-1910). En su obra, la selva funciona como un símbolo de lo exótico y no hace referencia a un lugar específico, al igual que en Jungle Scene de Covarrubias.

Texto de Khristaan D. Villela

Jungle Scene, 1935

Ficha técnica

Título: Jungle Scene
Año: 1935
Técnica: Acuarela sobre papel
29.7 × 42.9 cm
Nro. de inventario: 2001.55
Donación: Eduardo F. Costantini, Buenos Aires.

Fuera de exposición

Bibliografía