Esta serie de dibujos de tinta sobre papel recupera y recopia los retratos de artistas iraquíes seleccionados en el marco del histórico Festival Al Wasiti de 1972 en Bagdad.

El Festival Al Wasiti fue uno de los puntos culminantes de la política de modernización cultural del régimen del Partido Baath en Iraq, previamente al ascenso de Sadam Hussein (1979-2003). En ese contexto, el documento aquí copiado mediante el conocido método mimético de Bryce retoma las figuras artísticas principales de la evolución y renovación pictórica iraquí del siglo XX. De una manera similar al desarrollismo de la segunda mitad del siglo XX en América Latina, la expresión cultural del panarabismo, surgido en medio del ascenso poscolonial del nacionalismo en distintos países de la región a partir de 1947, abrió las puertas a la confrontación de la larga herencia de la tradición medioriental y arábiga a través del perfil dominante de la cultura de Occidente. Esta puesta en perspectiva del pasado local se produjo claramente a través de la introducción primero, y de la consolidación después, de los medios expresivos pertenecientes a la cultura colonial europea, sobre todo de la pintura.

En el caso específico de la escena artística iraquí, el proceso de modernización iniciado en las primeras décadas del siglo XX requirió un aprendizaje complejo de herramientas artísticas ajenas, entre ellas la tardía importación de la propia noción de la pintura al óleo, sus técnicas y sus procesos.

Los dieciocho dibujos de esta serie, que incluyen una imagen de la tapa de la publicación y un extracto del texto del volumen recopiado, se concentran hieráticamente en los retratos de los artistas emblemáticos del proceso de modernización y aculturación iraquí del siglo XX. De este modo, desfilan en esta serie figuras clave de la pintura y el arte moderno de Iraq. Entre ellos es posible detectar a Mohamed Salih Zheki (1888), oficial de una generación de militares pintores, pioneros del arte moderno vinculados al carácter nacionalista y costumbrista del Imperio Otomano; a Jewad Selim (1920-1961), líder del llamado Grupo de Arte Moderno de Bagdad, o a su hermana Naziha (1923-2008), alumna destacada de Fernand Léger en París; a Faiq Hassan (1914-1991), considerado también como el padre del modernismo iraquí; a Shakir Hassan Al Said (1925-2004), fundador de One Dimension, colectivo concentrado en la exploración pictórica de la caligrafía árabe, y también al hoy célebre Diya Al Azzawi (1939) y a Ismail Fattah (1934-2004), miembros del influyente grupo New Vision, que formó parte de una generación impactada por la Guerra de los Seis Días, en junio del 67, la causa palestina y la diáspora iraquí como reflexión de fondo.

Bryce, quien utiliza el dibujo no solo como una forma más de la habitualmente llamada apropiación por parte del artista, sino, y sobre todo, como una herramienta de montaje, discusión y comentario, suele elegir cuidadosa y no mecánicamente sus áreas de intervención. El texto caligráficamente recopiado del catálogo, firmado por el académico iraquí Jabra Ibrahim Jabra (1919-1994), da precisamente cuenta de cómo, históricamente, el ejercicio de la pintura y su tardía introducción entre principios del siglo y la segunda posguerra mundial fueron generados en un contexto cultural adverso. Tanto en ese extracto como en otros textos de referencia,(1) se apela a señalar la importancia de la formación académica de los artistas en las principales capitales de Europa, el peso de la tradición pictórica francesa, y la presencia fortuita, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, de grupos de refugiados europeos a través de los cuales se habrían filtrado las anacrónicas pero imprescindibles corrientes cubista e impresionista. En general, el extracto textual de Jabra recalca el interés por la fusión idealista de esa modernidad determinada por lo pictórico, pero deseosa de la creación y forja de un estilo con raíces propias, en los términos clásicos del idealismo europeo acerca del estilo nacional.

El Festival Al Wasiti tuvo un fuerte impacto en la escena contemporánea de los países árabes. Las ramificaciones de ese impacto incluyeron la formación de la Unión de Artistas Árabes, la Primera Bienal de Arte Árabe y, en general, la proyección internacional del arte árabe e iraquí, así como la consolidación de museos y centros de arte, incluyendo el Museo de Arte Moderno de Iraq, seriamente dañado y saqueado durante los bombardeos de la invasión militar norteamericana de 2003. La serie, ejecutada por Bryce luego del derrocamiento y la muerte de Saddam Hussein y coincidente con el inicio del retiro de tropas americanas, llega a mantener en tensión un diálogo con los sucesos mundiales y con la coyuntura global e histórica del momento, al igual que en otras obras del artista. Y, de modo parecido a otras piezas de Fernando Bryce, como la serie Salón Esso (2004), que realiza un copiado y análisis similar al del catálogo de la Unión Panamericana de Artistas Latinoamericanos en los años 60, o de la instalación Visión de la pintura occidental (2002) a partir de una donación educativa de reproducciones por parte de UNESCO entre los años 50 y 90, lo que parece estar permanentemente en tela de juicio son las perspectivas, criterios y hegemonías del carácter colonial “universal” del registro global de Occidente por sobre otras culturas.

Texto de Rodrigo Quijano

 

Notas

1. Pocock, Charles, “The Reason for the Project Art in Iraq Today”, en Azzawi, Dia (ed.), Art in Iraq Today, Abu Dhabi, Skira and Meem Editions, 2011, pp. 94-101.

Iraqi Art Today, 2008

Ficha técnica

Título: Iraqi Art Today
Año: 2008
Técnica: Tinta sobre papel, serie de 28 dibujos
31.5 × 22.7 × 2.5 cm cada uno
Nro. de inventario: 2008.16
Donación: Adquisición gracias al aporte de Asociación Amigos de Malba, Pinta - BID, Sotheby's y Sergio Quattrini, 2008

Fuera de exposición

Bibliografía

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