Sheroanawe Hakihiiwe –artista indígena que vive en Platanal, comunidad yanomami en el Alto Orinoco cercana a Mahekoto-Teri– desarrolla desde el dibujo un lenguaje sintético, concreto y mínimo sobre la vasta e intensa relación que tiene su comunidad con el paisaje. Estos vínculos permean el ámbito de lo personal y lo colectivo, siendo su trabajo una revisión contemporánea de la cosmogonía y el imaginario yanomami.
Su arte evoca el archivo de una memoria conservada y promueve, a la vez, una respuesta estética en la que el tiempo y el espacio son aspectos subjetivos. Sus trabajos se conciben como la expresión de un conocimiento y como el fundamento que une lo ancestral con lo contemporáneo en un tiempo fragmentado en el que coexisten pasado y presente, consciente e inconsciente, un impulso heterocrónico que habita entre dos o más universos. Hoy estas representaciones reclaman su visibilidad en el amplio y complejo circuito artístico, ya no como una estrategia de alteridad, como tema o contenido al margen o al centro de, sino pensadas y aceptadas como un canon alternativo a la hegemonía cultural.
La relación que tiene el pueblo yanomami con el territorio que habita es de una gran armonía y conexión con todo lo que ahí nace, crece, y muere, ahí todo tiene una razón de ser. Este es territorio inmenso que para ellos no tiene fin y al que llaman Urihi, y que nosotros conocemos como selva. Para Sheroanawe Hakihiiwe la selva es: “una comunidad en sí misma”, donde los animales, las plantas y los yanomami son materia y espíritu a la vez, según le cuentan los shapori(chamanes). Su trabajo está relacionado con todo ese universo que conoce y venera, Urihi.
La obra de Sheroanawe es quizás una sola, su empeño por nombrar, contar y preservar todo aquello que le es cercano a los suyos, los yanomami. Este pueblo que vive a ambos lados de la frontera en la selva amazónica entre Venezuela y Brasil y que desde hace miles de años se desplaza por este territorio a pie durante varias jornadas por intrincados senderos que los llevan a los lugares de cacería, recolección o a otras comunidades para visitarse los unos a los otros. En ese tránsito por el inmenso territorio, que realizan en compañía de un grupo familiar o grupos de cazadores o recolectores hay siempre espacio para el goce y lo lúdico. No es difícil de imaginar a un niño, pero también a un adulto balancearse sobre una liana Thoo thotho al encontrasela en el camino. La experiencia de siglos les permite reconocer, y hacerse de un inventario de lo que la selva les ofrece. El conjunto de obras Hi hiipere himo wamou wei es una muestra de ello. Esta serie está compuesta por 21 dibujos y el artista describe en ella con sencillas líneas los principales atributos por los cuáles pueden ser reconocidos individualmente. Sheroanawe realiza una síntesis que refleja su gran conocimiento de los elementos vegetales dibujados: las hojas, los frutos, las flores y las diferentes formas y texturas del tronco de estos árboles. La enseñanza entre ellos se transmite de manera oral y a través de la experiencia del lugar. Sin duda este inventario es parte de un legado que viene de sus padres y a la vez de los padres de éstos, en un linaje que puede llegar a muchos siglos atrás.
Esta serie de dibujos es una pequeña muestra de la gigantesca cantidad de árboles que les proveen frutos para la alimentación; esta obra es también un llamado a reconocer el valor que tiene la selva en cuanto reserva de tantas especies que aún no han sido estudiadas en profundidad y que seguramente son de una gran utilidad para la humanidad entera. El trabajo de Sheroanawe nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de esta selva, que nos pudiera parecer inmortal, pero que hoy mismo está siendo diezmada y con ella la vida de animales, plantas, insectos y pueblos indígenas de una sabiduría ancestral fundamental.
Texto de Luis Romero
Título: Hihiipere himo wamou wei / Estos árboles dan frutas para comer
Año: 2018
Técnica: Acrílico sobre papel de caña
Conjunto de 21 dibujos de 35 x 25,5 cm c/u
Nro. de inventario: 2022.08
Donación: Adquisición gracias al aporte del Comité de Adquisiciones 2020
En exposición