Como integrante de la Asociación de Arte Concreto-Invención (AACI), desde mediados de los años 40 Juan Melé se interesó por el plano en sus pinturas y obras de marco recortado y, al mismo tiempo, comenzó un progresivo desprendimiento de la superficies para explorar el espacio mediante sus obras coplanares, el planteo de relieves o collages de formas geométricas de madera sobre soportes ortogonales y, finalmente, la propuesta de objetos escultóricos.
Con la intención de que las formas concretas de uno de sus planteos coplanares avanzaran en la ocupación del espacio real, construyó objetos que aprovecharon las cualidades de los materiales no convencionales. Así surgieron tanto la pieza que integra la Colección del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori (Objeto espacial o Planos en el espacio, 1947)1 como la que integra la Colección del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).
Los artistas que impulsaron el arte concreto sostuvieron una concepción de la escultura que partía de la valoración del vacío en detrimento de la “masa”, cuyo volumen consideraban la negación del espacio que estaba destinado, precisamente, a sus formas concretas. Por lo tanto, en los escritos programáticos afirmaron la exaltación el “espacio vacío” como un elemento que se activaba al ser recorrido y determinado estéticamente por las formas. A la vez, fue habitual que esta agrupación empleara maderas y varillas en la construcción de sus obras, modalidad de trabajo que encontró a Melé familiarizado con las herramientas y la manipulación del material porque evocaban el oficio de su padre ebanista. No obstante, en sus propuestas espaciales también optó por materiales como el vidrio o el acrílico.
El Objeto espacial perteneciente a la colección de MALBA presenta tres formas concretas diferentes. La primera es un polígono de ángulos rectos recortado sobre madera, pintado de color rojo y sujetado en la parte superior de otro rectángulo blanco colocado en el fondo. Las dos formas restantes comparten el material y el modo de sujeción, aunque se diferencian por sus colores, formatos y orientación: en un caso es un polígono rectangular azul cuyo lado mayor está ubicado horizontalmente y, en el otro, es un rectángulo rojo que, por sus proporciones, compositivamente se percibe tan solo como una línea vertical. Si bien en Objeto espacial Melé mantuvo el concepto de frontalidad y el apoyo sobre una base-pedestal –herederos de la tradición escultórica–, a partir del empleo de un material transparente como el acrílico para sostener dos formas concretas logró reforzar la idea de suspensión en el espacio real de esas figuras, también recortadas sobre acrílicos de colores intensos.
Precisamente, el período de trabajo en la AACI fue un tiempo de estudio y experimentación en el que sus integrantes analizaron los problemas del espacio y estudiaron el valor intrínseco de cada material, respecto de los cuales Melé señaló: “Observamos que cada uno trabajaba con más fuerza, si se lo presentaba actuando dentro de su capacidad física reconocida”.2
En este sentido, por un lado, con el módulo realizado en madera Melé obtuvo un panel sólido que acentúa el contraste de la figura roja contra el fondo blanco y proporciona mayor estabilidad al conjunto; mientras que la transparencia de las pantallas de acrílico le permitió situar las formas concretas desprendidas de la base, ubicación desde la cual parecen estar suspendidas en el espacio tridimensional. Por otro lado, al disponer las pantallas sobre la superficie rectangular de la base, Melé también aprovechó la opacidad y transparencia de estos materiales: la que está colocada en diagonal activa la penetración del vacío, mientras que la otra permite que su forma azul se proyecte contra el fondo blanco, ubicado por detrás de ella. Esta suma de estrategias demuestra que, con el propósito de exaltar del espacio vacío pautado por el programa de arte concreto, en Objeto espacial Melé sacó el mayor partido posible de las cualidades intrínsecas de los materiales que estaba estudiando.
Texto de Rossi, Cristina
Notas
1. La composición de estas dos obras solo presenta ligeras diferencias, tal como puede observarse en Objeto espacial (Colores en el espacio real), reproducida en Siracusano, Gabriela, Melé, Buenos Aires, Fundación Mundo Nuevo, 2005, p. 72. Es interesante destacar que en Melé, Juan, La vanguardia del 40. Memorias de un artista concreto, Buenos Aires, Ediciones Cinco, 1999, p. 143, aparece reproducida la pieza de la Colección MALBA como correspondiente al Museo Sívori.
2. Cf. Melé, Juan, op. cit., p. 115.
Title: Objeto espacial
Year: 1947
Technique: Madera pintada y plástico transparente
25.5 × 48.8 × 20 cm
Inventary Number: 2010.29
Donation: Donación del artista, Buenos Aires, 2010
Fuera de exposición
Adquisiciones donaciones y comodatos 2010
MALBA, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Argentina
2010