En 1946, en su quinta exposición individual, realizada en la Valentine Gallery, en Nueva York, Maria Martins presentó una primera versión, en yeso, de la escultura O impossível,1 con largos brazos y de un tamaño menor que la del acervo de Malba. Se trataba, muy probablemente, del molde usado en la fundición en bronce de la pieza que se ve en una fotografía de taller publicada en el catálogo de su primera exhibición en París, en 1948, Les Statues magiques de Maria, que incluía también otra imagen de taller con una gran versión en yeso, que hoy pertenece a Malba, al lado de However!! (1947), lo que nos hace suponer que la obra aquí presentada fue producida entre 1947 y 1948. La muestra de París, que repitió muchas de las obras expuestas el año anterior en la galería neoyorquina Julien Levy, es la primera que registra más de un O impossível entre los trabajos exhibidos. En la edición especial del catálogo preparado para la muestra de 1946, Maria había incluido nueve aguafuertes, cuatro de los cuales eran páginas del poema titulado Explication, en cuyo comienzo se lee: “Sé que mis Diosas y sé que mis Monstruos / siempre te parecerán sensuales y bárbaros”.
O impossível, exhibido entonces por primera vez, quizá sea la mejor traducción de esa sensualidad y de esa barbarie de las que hablaba Maria en la poesía. En esta escultura, como podemos ver en el gran yeso de Malba, dos figuras, una femenina y una masculina, se ven impedidas de aproximarse totalmente debido a las extrañas formas puntiagudas de sus cabezas, a la vez que parecen magnéticamente –amorosamente– ligadas para siempre. Aquello de sus cuerpos que aún conserva características humanas remite a la sexualidad, como los senos bien definidos en la figura femenina o la prolongación en forma de pene en la base de la masculina. No es por casualidad que la unión de esos dos seres se da por el bajo vientre: la prolongación en forma de pene se extiende hasta la región del pubis de la figura femenina, reforzando el carácter erótico de la pieza. Sin embargo, el erotismo violento de la escultura también comporta separación, que se da en lo alto, por medio de cabezas inmensas y tentaculares. En su figuración de la imposibilidad de realización del amor carnal como fusión completa, de la imposibilidad incluso de cualquier contacto corporal pleno, O impossível se emparenta con las dos obras máximas de Marcel Duchamp, La mariée mise à nu par ses célibataires, même y Étant donnés: 1º la chute d’eau, 2º le gaz d’éclairage. Duchamp, por cierto, no solo era el amante de Maria en esa época, sino también su principal interlocutor, tal vez el “tú” con quien ella dialoga en el poema Explication.
A lo largo de su carrera, Maria produjo una serie de “diosas” y “monstruos” en los cuales la figura humana parece ser sorprendida en plena transformación en algo entre lo vegetal y lo animal. Francis Naumann ya había llamado la atención sobre el parecido de las extrañas formaciones puntiagudas de las cabezas de O impossível con ciertas plantas:
La cabeza masculina se asemeja a una aguaviva gigante, mientras que la femenina parece más bien una dionea, la planta tropical carnívora que en un instante cierra sus hojas con el fin de capturar presas desprevenidas.2
La metamorfosis es la categoría clave para comprender la obra de Maria Martins. Si, en muchos casos, la metamorfosis está al servicio del deseo y funciona como un subterfugio para la conquista amorosa (como, por ejemplo, en la mitología griega, Zeus se transforma en toro o cisne para seducir a Europa y Leda, respectivamente), en otros representa una apertura hacia la libertad, un rechazo de las formas ya existentes. Salir de su propia piel es el principio mismo de esta libertad, como nos enseña Michel Leiris en la entrada “metamorfosis” del Dictionnaire critique de la revista Documents: “Permanecer tranquilo en su piel, como el vino en su odre, es una actitud contraria a toda pasión”. De ahí que afirme, además:
Siento pena por los hombres que no soñaron, por lo menos una vez en la vida, en transformarse en cualquiera de los objetos que los rodean: mesa, silla, animal, tronco de árbol, hoja de papel.3
En Maria Martins, la metamorfosis parece estar siempre en marcha, en proceso, sin completarse nunca del todo. Así, no será una exageración ver en los amantes eterna y amenazadoramente confrontados de O impos-
sível una imagen perfecta del nudo angustiado de erotismo e incapacidad de realización del amor carnal, de aspiración a la libertad y constatación de su imposibilidad. Cómo no recordar, a propósito, las palabras con que la propia artista definió su escultura However!!, en un texto para el catálogo de Les Statues magiques de Maria: “Siempre en busca de la liberación que nunca habrá de llegar […] Pensando estar liberada, ella aún está atada a la tierra; y felizmente”.4
Texto de Veronica Stigger
Notas
1. Antes del regreso de Maria Martins al Brasil, en 1950, las distintas versiones de O impossível solían ser presentadas, en los catálogos de las muestras que la artista realizó en los Estados Unidos y Francia, como Impossible, en francés, la segunda lengua de Maria. Hay tres versiones conocidas de la escultura O impossível: la que pertenece a Malba, otra que integra la colección del Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro (probablemente la versión en bronce, con los brazos torcidos, de la pieza en yeso presentada en la exposición de 1946) y una tercera que forma parte del acervo del MoMA (también en bronce, más pequeña, con los brazos muy cortos). Francis Naumann ya había sugerido que la escultura en yeso O impossível, que hoy pertenece a Malba, fue fechada 1947 y no 1945. En mis estudios, como menciono en el texto, noté que la obra pudo haber sido llevada a cabo entre 1947 y 1948. Por eso sugerí la fecha “ca. 1947” entre corchetes. (Véase Naumann, Francis, “‘Don’t Forget I Come From the Tropics’. The Surrealist Sculpture of Maria Martins: 1940-1950”, en The Surrealist Sculpture of Maria Martins, New York, Andre Emmerich Gallery, 1998, p. 23).
2. Naumann, Francis, “A escultura surrealista de Maria Martins: 1940-50”, en Cosac, Charles (org.), Maria, São Paulo, Cosac Naify, 2010, p. 63.
3. Leiris, Michel, “Métamorphose”, en Documents, Paris, nº 6, noviembre de 1929, pp. 332-333.
4. Martins, Maria, “Message”, en Les Statues magiques de Maria, Paris, René Drouin, 1948.
Title: O Impossivel
Year: 1945
Technique: Yeso
182 × 175 × 91 cm
Inventary Number: 1998.03
Donation: Eduardo F. Costantini, 2001
En exposición