Cristina Schiavi estudió paralelamente Arquitectura e Historia del Arte. Luego de su paso por la Universidad de Buenos Aires concurrió a los talleres de Aurelio Macchi y Antonio Pujía por un corto período. Luego atravesó el taller de Jorge Demirjián, con una orientación hacia el dibujo y la pintura, para finalmente asistir a las clínicas de Pablo Suárez en el Centro Cultural Recoleta.

Schiavi participó activamente de la escena artística argentina desde inicios de los años 90, con producciones que pusieron especial énfasis en el objeto. Exhibió en ámbitos de gran importancia para el desarrollo de esa generación, como fueron el Centro Cultural Rojas, bajo la curaduría del artista Jorge Gumier Maier, y el Espacio Giesso, donde comenzó sus investigaciones con objetos provenientes de la vida cotidiana, como muebles que adquieren nuevas formas a través de modificaciones que efectúa la artista, o económicos osos de peluche, utilizados frecuentemente como regalos entre enamorados, que, con diversas composiciones, presentan un clima de incomodidad o extrañeza.

Desagüe es una obra de comienzos de la década siguiente, 2001, pero que continúa algunos de estos parámetros desde contundentes modificaciones formales. Como su nombre lo indica, es una estructura hecha con azulejos que, apoyada en la pared, canaliza unas figuras que parecen estancadas en los caños. Con un sistema de backlight, estos personajes contrastan en un color verde con la estructura negra que los contiene.

La pieza forma parte, con otras cinco, de una serie titulada Ciudad. Realizada con una beca del Fondo Nacional de las Artes, esa serie nunca fue exhibida en conjunto. Estas obras trabajan sobre una dinámica pública de la ciudad, contrastando con las primeras de la artista, donde los muebles exhibidos en la muestra Línea de amoblamientos Schiavi (Espacio Giesso, 1991) resaltaban una intimidad doméstica desde el uso de muebles con particulares intervenciones.

Desagüe presenta otra característica esencial de su producción: la recuperación de la histórica discusión entre abstracción y figuración, pero desde un singular sentido del humor. Hacia 1996, Schiavi comienza a trabajar con programas de computadora como el CorelDRAW,1 combinando formas geométricas simples que muchas veces deja en el plano, pero otras lleva a objetos tridimensionales, como en el caso de la obra que nos ocupa. Mas allá de trabajar con geometrías, la artista siempre titula sus piezas haciendo alusión a objetos concretos que las anclan en un espacio específico y con denominaciones muy poco ambiguas. También es evidente en Desagüe la referencia a Nam Jum Paik, un artista que, según sus palabras, la deslumbró por el uso crítico de la tecnología,2 pero que formalmente está bien próximo a los trabajos de Schiavi. Las obras de Paik compuestas por televisores apilados le dan un componente escultórico a este aparato, que presenta deformaciones en sus imágenes provocadas por imanes. Schiavi, en un camino similar, toma como referencia estas estructuras, pero construye sus imágenes desde programas de diseño gráfico que luego traslada a objetos con luz. La mirada crítica que le interesa en relación con la obra de Paik está sesgada por el humor, pero en general presente en los títulos que aportan el componente figurativo de sus trabajos.

Otro de sus proyectos que podemos vincular directamente a Desagüe es la intervención que la artista realiza en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) en 2003 titulada La toma, que formó parte de la serie Construcciones. La obra era una intervención sobre la arquitectura del edificio, mas precisamente sobre el ascensor vidriado que une los diferentes niveles del museo. Con cartón, luz e imágenes digitales impresas, convirtió esta estructura en un espacio contenedor de sus frecuentes formas ovaladas, que insinúan una figuración próxima a la que presenta Desagüe. Esta obra es el comienzo de una serie de intervenciones públicas que la artista realizó en los últimos años, y entre las que podemos destacar el mural Lo justo, ubicado en el hall del edificio de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario del Poder Judicial de Buenos Aires, ejecutado en 2014 y donde presenta una pintura de gran tamaño que da cuenta de su producción posterior a la pieza que nos ocupa en este texto, con un claro énfasis en la pintura geométrica.

Texto de Santiago Villanueva

 

Notas

1. Lauria, Adriana, “De la cocina al CorelDRAW”, en Cristina Schiavi (cat. exp.), Buenos Aires, Centro Cultural Rojas, 1996.

2. Schiavi, Cristina, “Un espacio íntimo donde se revela la parte constructiva”, ramona, Buenos Aires, nº 50, 2005, pp. 85-86.

Desagüe, 2001

Ficha técnica

Título: Desagüe
Año: 2001
Técnica: MDF, imágenes digitales, azulejos y luz a 220v
200 × 121 × 18 cm
Nro. de inventario: 2005.17
Donación: Obra realizada gracias a la Beca del Fondo Nacional de las Artes, 2001. Donación de la artista, 2005

Fuera de exposición

Exposiciones

Adquisiciones, donaciones y comodatos 2005
MALBA, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Argentina
2005

 

Bibliografía